A veces, cuando siento tu ausencia,
me gustaría ser caracola.
Adentrarme en el abismo de mi vacío
y envolverme en nubes blancas.
Desaparecer.
Que ni tú ni nadie sepáis de mi
dulzura estancada.
Juntos allá adentro,
sólo yo y tu recuerdo.
es un hermoso sentir plasmado , un deseo que nos timonea
ResponderEliminarfelicitaciones Eva
volverse caparazón de caracola es un refugio que muchos hemos practicado, y allí nos curamos las heridas y las ausencias
gracias por la huella
ten una semana preciosa
Mujer sirena que aloja su lluvia entre caracolas...
ResponderEliminarSobre-viviendo.